Varios centenares por dos o tres, de páginas que aprender

Hace días que no escribía nada, es que mi vida se ha reducido a ir a la biblioteca y descansar de los “mucho” que estudio. Ir por allí te hace ver que hay gente muy rara, para empezar hay un chico que siempre lleva la misma camiseta roja y se dedica a leer un diccionario y a quedarse dormido, le llamamos el narcoléptico. También hay dos chicas que como mucho pueden estudiar durante una hora, porque cada dos por tres se levantan y salen fuera. Luego están las parejitas, las cuales son de un baboso…Dios que suplicio para los solteros que de verdad van allí para estudiar (osease mua). Otro personajillo es aquél que todo el rato recibe sms y su móvil produce un terremoto de escala 2 sobre la mesa, ayer fui una de este grupo, y al chico de mi lado le di un susto, pobrecillo. Los “adolescentes” que se preparan para selectividad son muy graciosos, estudian poco, ponen caras de sufrimiento y tienen libros con fotos y dibujitos (ooohhh) (es que mi apuntes solo son letras y más letras, es que tengo envidia ¬¬).
Lo bueno de ir a estudiar es al café de media mañana, durante media hora (o un poco más) soy feliz, las restantes horas del día, soy una persona que toma Farmathon para sus estados carenciales (lo dice el anuncio) y desea que llegue dia 27 de junio. Dios aún me quedan 22 días de duro estudio, en fin….

Actualización: son las 19.37, el narcoléptico se ha cambiado de camiseta, ahora es de color verde, mañana quien sabe ¬¬
Bss