Furor

Ayer tenia un examen que aprobé, ahora solo falta el del jueves y ha volar pajarillo. Estos días de tener el piso solo para mí me encanta, hay una tranquilidad brutal (entendedme os echo de menos, pero eso ya lo dejo pá el post moña que escribiré cuando termine el examen, que una esta un poquito sensible). En serio, voy de mi habitación al salón, y es como estar en otro sito, no parece la misma casa. Eso si, hace una calor que agobia un poco.

Ahora viene lo que de verdad quería contar. Resulta que estoy de un patriótico que doy asco (y ni por un momento penséis que puede ser por algo relacionado con algún deporte, que va!!), la patria viene de que son las fiestas de mi pueblo, y este año no he podido ir (mierda exámenes), y en mi corta vida (que joven soy ^-^) solo me las había perdido una vez, y porque era una renacuajo y no podía decidir que prefería hacer ese verano.

Me miro la tele, lo que van sacando, y yo no soy de ver el canal autonómico, pero ayer lo hice. Lo malo (no es buena la violencia) es que ante la frustración de lo mal que se veía mi chancla impactó contra la pantalla, hay que decir que fue como mano de santo, volvieron los colores y la imagen volvió a ser imagen y no sombras. Después de ese arrebato de pasión, miraba como mis compatriotas se divertía, bebía, volvían a beber (suerte que les hacen pocas entrevistas, porque por dos que hablaron y se les notó la lengua pastosa y que las ideas estaban en su interior y exteriorizarlas les costaba horrores).

Y bueno, a eso de la 18.30 hay la próxima conexión en directo (quina emoció!!), y que iba a ir a la biblioteca, pero estudiaré en casa, o lo intentaré. Y digo yo, que diferente es ver las cosas por la tele, espero que pasen muchos años hasta que vuelva a repetir la experiencia, prefiero morirme de calor y que la gente/muchedumbre empujé a quedarme cómoda en el sofá comiendo un helado.

Bss.